Qué fácil ¿No? Eres Ernesto Huamantica, te consigues mil solcitos y editas tu "Lluvia en el valle". Tu editor cobra, coloca en librerias y se desentiende y comienza la pesadilla. Vas donde Escribano, no te recibe, le escribes y no te contesta. Eres Huamantica "¿Y quién chucha es ese señor?", No sé pero escribe como Gabo... Ah no..pero es un Huamantica y su editorial es "Avispa verde".
Vas a Correo y dejas un ejemplar, pero no existes y vas a Caretas pero no existes y vas a El Comercio y ya no ya. Haces una colita detrás de un par de geniogramistas y te olvidas que eres escritor, aunque tu abuelita te diga que mereces el Nobel. Un par para El Dominical y otro para alguno de esos cronistas aburridos. Sigues la ruta limeñera y ya te recorriste todos los medios.
Mañana es otro día y también pasado y al cuarto mes te das cuenta que ningún puto reseñador comentará tu libro, si apenas lo habrán desempapelado de sus escritorios. No existes Huamantica y no existes no porque seas cholo sino porque eres Huamantica que es lo mismo que ser Juan Pérez. Te sabes tan criollo como Mario Poggi y como él, marginal, sabes que acabarás malbarateando tu novela en el parque Kennedy.
Se te ilumina el coco y corres a tocarle la puerta a Ampuero, te recibe la "sirvienta" (asi la llaman en ese distrito) y lleva tu ejemplar al gran Corleone. Lo mira, le da vuelta y lo echa a un lado, mejor todavia, debajo de la folleteria de Wong. Pasan otros cuatro meses y nada. No tienes amigos en los medios ni un puto billete de 100 para seducir a algun periodista culturoso mercenario, de esos que se venden por un café con leche. Pero te han dicho que no se venden a cualquiera. Y tú, claro, eres un Huamantica. Habitante de cono, seguro Don Ninguno, vecino de acequia.
Recuerdas cuando intentabas meter en Planeta tu novela y Vilela te daba largadas mientras coqueteaba con Magaly Medina. Te destrozaba pensar que Yesabella, otra criolla, habia vendido más que tú y que Vidal hubiera arrasado con La Señito si no fuera porque a Vladimiro se le ocurrió adelantarse a comprar la edición. Veías la lista: Cattone, Giacosa, Poggi, Bayly, y decidiste tentar la farandula, pero eres un Huamantica y para colmo feo y colorinche, entre rojo y marrón.
Bueno. La cosa es que publicaste. Te faltaba el arbol y el hijo, casi hasta podias morirte tranquilo. Perico Segovia, un periodista de El Comercio, un chupe en realidad, había publicado sus crónicas de muertes violentas y habia sido un golazo. Segovia escribe como su abuelita, es un obtuso que a veces sueña. Lo editó Planeta, lo reeditó en realidad. Lo reseñó rico el dinosaurio decano. La Republica le dio palmas y Guich en Correo fue medio indulgente. Otros se fueron al extremo "a mis patas todo, a los demás la ley". ¡Qué gusto da tener amigos!
Ay Faverón, mojate en los charcos podridos de Lima, embarrate los zapatos. Mejor preguntale a Huamantica que no se queja por ser andino o marginal sino por no tener amigos...
Vas a Correo y dejas un ejemplar, pero no existes y vas a Caretas pero no existes y vas a El Comercio y ya no ya. Haces una colita detrás de un par de geniogramistas y te olvidas que eres escritor, aunque tu abuelita te diga que mereces el Nobel. Un par para El Dominical y otro para alguno de esos cronistas aburridos. Sigues la ruta limeñera y ya te recorriste todos los medios.
Mañana es otro día y también pasado y al cuarto mes te das cuenta que ningún puto reseñador comentará tu libro, si apenas lo habrán desempapelado de sus escritorios. No existes Huamantica y no existes no porque seas cholo sino porque eres Huamantica que es lo mismo que ser Juan Pérez. Te sabes tan criollo como Mario Poggi y como él, marginal, sabes que acabarás malbarateando tu novela en el parque Kennedy.
Se te ilumina el coco y corres a tocarle la puerta a Ampuero, te recibe la "sirvienta" (asi la llaman en ese distrito) y lleva tu ejemplar al gran Corleone. Lo mira, le da vuelta y lo echa a un lado, mejor todavia, debajo de la folleteria de Wong. Pasan otros cuatro meses y nada. No tienes amigos en los medios ni un puto billete de 100 para seducir a algun periodista culturoso mercenario, de esos que se venden por un café con leche. Pero te han dicho que no se venden a cualquiera. Y tú, claro, eres un Huamantica. Habitante de cono, seguro Don Ninguno, vecino de acequia.
Recuerdas cuando intentabas meter en Planeta tu novela y Vilela te daba largadas mientras coqueteaba con Magaly Medina. Te destrozaba pensar que Yesabella, otra criolla, habia vendido más que tú y que Vidal hubiera arrasado con La Señito si no fuera porque a Vladimiro se le ocurrió adelantarse a comprar la edición. Veías la lista: Cattone, Giacosa, Poggi, Bayly, y decidiste tentar la farandula, pero eres un Huamantica y para colmo feo y colorinche, entre rojo y marrón.
Bueno. La cosa es que publicaste. Te faltaba el arbol y el hijo, casi hasta podias morirte tranquilo. Perico Segovia, un periodista de El Comercio, un chupe en realidad, había publicado sus crónicas de muertes violentas y habia sido un golazo. Segovia escribe como su abuelita, es un obtuso que a veces sueña. Lo editó Planeta, lo reeditó en realidad. Lo reseñó rico el dinosaurio decano. La Republica le dio palmas y Guich en Correo fue medio indulgente. Otros se fueron al extremo "a mis patas todo, a los demás la ley". ¡Qué gusto da tener amigos!
Ay Faverón, mojate en los charcos podridos de Lima, embarrate los zapatos. Mejor preguntale a Huamantica que no se queja por ser andino o marginal sino por no tener amigos...
8 comentarios:
Puta, que es verdad. En el Peru tienes que tener amigos, el amiguismo funciona. Si eres pata de Cueto te doblaste y si tienes amigos en los diarios o si Thays te bendice. ¿Es o no es asi? Andinos y criollos? bah, ese no es el debate sino entre quien tiene "amigos" y quien no ls tiene.
Lucho
Algo que dije antes, exacto. Como todo en el Perú, el exito no comienza con la fe, como dice un fantasioso vendedor de sebo de culebras, sino en el telefono.
¿quién chucha es perico segovia?...
(¿hablar a media voz?)
¿No será Coral? jajaja. Aunque Coral no ha escrito cronicas, no lo edita nadie. ¿Quieeeen es Peeeerico seeeegovia? Me pica la curiosidad
Perico Segovia es un hipotetico cronista, lo que importa no es quién sino el fenomeno. Media voz es usar un anonimo
aquí cae tu ídolo
http://bastafaveron.blogspot.com/
Idolos de barro, Faveron es un monstruo
Si el amiguismo es el mal camino, ¿cual es el camino correcto, decente, legal, ni andino ni criollo, para que un escritor con talento pueda publicar? ¿En el Perú y en cualquier lugar del mundo?
Disculpenme si desentono, pero no se de ningún escritor que haya comenzado a publicar sin amigos...
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